Acerca de Nosotros
La Iglesia Bíblica de la Comunidad, es un lugar de amor, respeto y unidad en Cristo, dedicado a la evangelización y discipulado
según Mateo 28:19


Nuestra Misión
Conformados como Iglesia Bíblica de la comunidad, guiados por el Espíritu Santo capacitamos a nuestros líderes y les damos recursos para proclamar el mensaje de reconcilación con Dios por medio de Jesucristo.
Proveemos recursos a los miembros para vivir en unidad y que gustosamente ejerzan sus dones y talentos dentro y fuera de la iglesia.
Nuestro compromiso es servir a la comunidad y apoyar a El Centro Khesed, siendo este, un medio de desarrollo y crecimiento espiritual, emocional y físico.
Nuestra visión misionera es extender el reino de Dios no solo en México, sino hasta los confines de la tierra, tal como se nos ha encomendado.
Se orientan a las personas a un encuentro con Jesucristo, con el propósito que logren la transformación de sus vidas a través del Espíritu Santo, por medio de la palabra de Dios, la oración y la comunión de los unos con los otros por que esto honra al Padre.
Alcanzar a las naciones por medio de un evangelio transformador. Nuestro propósito es traer salvación, sanidad y restauración integral a la familia por medio del amor de Jesús, la unidad y el compromiso con la Iglesia.
Pastores David y Genoveva Lamadrid
Somos Sal y Luz de la Tierra Mateo 5:13-16
Nuestra Visión




”Dios es mi pastor nada me faltará Salmo 23:1. Ser parte de esta maravillosa congregación Iglesia Bíblica de la Comunidad, ha sido un proceso sanador y transformador. Aprender, servir y crecer dentro de esta bella familia, es recibir una forma de amor de parte de nuestro Señor Jesucristo. Bendiciones por siempre a mis pastores y hermanos de IBC”
- Verenice Verdugo C
TESTIMONIOS


El inicio de mi vida en Cristo
Soy la pastora Genoveva, quiero contarte donde comencé a vivir. Te contaré un poco de lo que era mi vida antes de conocer a Jesús. Vivía en un pueblo pequeño en Chiapas, México, a los doce años comencé a querer conocer el mundo, en ese pueblo el mundo era baile, cerveza y mariguana, mis amigos comenzaron en su adolescencia a probar esas cosas, pero yo tenía miedo porque mi madre era cristiana y era muy estricta, sin embargo aún así comencé a escaparme a tomar con mis amigos. Cuando tenía catorce años mi madre llevó a un predicador al pueblo, yo fui una noche pero fue suficiente. El pastor habló de la parábola del buen sembrador; ¿la has escuchado? Se encuentra en Mateo 13:1-23. Nos habla de un agricultor que siembra semillas y estas caen en diferentes terrenos. La primera cayó junto al camino y llegaron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno rocoso, no había suficiente tierra, creció rápido pero se murió por el sol. La siguiente cayó entre espinos y al crecer los espinos la ahogaron. La última parte cayó en buen terreno y la semilla germinó, creció y se convirtió en un hermoso árbol y dio mucho fruto. La semilla representa la Palabra de Dios, los tipos de tierra representan el corazón de las personas que escuchan la Palabra: la primera ilustración es de los escuchan pero se van como si no la escucharon. Las siguientes son duras de corazón y aunque la entiendan no la aceptan. Después están los que escuchan atentamente, se muestran interesados y la reciben, pero los afanes de la vida no les deja seguir adelante y pronto dejan el camino del Señor. Pero viene la buena, la que cae en buena tierra, esa germina, crece, se hace un árbol grande y da mucho fruto. El pastor dijo: ¿qué clase de tierra es tu corazón donde se hace sembrado la semilla? Yo pensé: no quiero ser el camino, donde pisotean y los pájaros se coman la semilla, tampoco quiero ser espinos, ni roca, yo quiero ser buena tierra, quiero dar mucho fruto. El pastor dijo si tú quieres ser buena tierra pasa al frente y entrega tu corazón a Cristo, pídele perdón por tus pecados y dile que entre en tu corazón porque solamente si Él vive en ti podrás ser buena tierra y dar mucho fruto. Lo hice. Y aquí sigo sirviendo al Señor, soy feliz en su camino, no me arrepiento de haber decidido seguirle. Tu también puedes decidir ahora ser buena tierra y dar mucho fruto, ¿te gustaría entregarle tu vida a Cristo? Si tu respuesta es si; has esta oración conmigo:
Padre nuestro que estás en los cielos, en la tierra y en todo lugar, quiero que también vivas en mi ♥️, reconozco que soy pecadora, perdóname y toma mi vida, me entrego a ti, límpiame para ser buena tierra y dar mucho fruto. ¡En el nombre de Cristo Jesús Amén!
Si necesitas ayuda para que la semilla crezca dentro de ti, comunícate con nosotros


